Nuestro Hostal

 
El Hostal las Golondrinas está alojado en el casco de una casona histórica de los fines del siglo XIX, reconstruida para recibir huéspedes en un entorno que permite estar alejado de la rutina diaria. Su ubicación privilegiada a orillas del rio Cosquín, rodeado de un entorno natural, permite conectar con la naturaleza y disfrutar de la tranquilidad del pueblo.

Historia...

Por el año 1880, el Dr Juan Bialet Massé llega al Valle de Punilla para emprender obras de riego con el fin de mejorar la fertilidad de las tierras alrededor de la ciudad de Córdoba. La mas notable es el Dique San Roque, inaugurada en el 1883. No solo fue el primer lago artificial de América, sino que es la primera construcción de magnitud hecha con cales y cementos nacionales. Los terrenos que luego se convertirán en la localidad de Bialet Massé eran donde se encontraba su fábrica pionera de cales “La Primera Argentina.”

Don Nicolas Paoli, un inmigrante italiano quien colaboró con Bialet Massé en las obras de riego y electricidad, se instaló definitivamente en estas tierras. La casa “El Palomar” era el casco de su quinta productiva que aprovechaba las nuevas tierras fértiles que florecieron con las obras de riego.

“El Palomar” fue adquirida por la familia Navarro, y fue el hogar de varias familias de ese apellido. La familia Navarro durante estos años prestó la casa para que funcione como sede de la primera escuela primaria de la localidad.


 

En el año 2000, la casa pasó a manos del Dr. Fernando Morínigo. Fernando recordaba con nostalgia los veranos que había pasado en familia en Bialet Massé durante las décadas 30 y 40, lugar que eligieron para escaparse del calor y el ruido de la ciudad de San Miguel de Tucumán. Después de 50 años de exilio en California, soñaba con jubilarse viviendo de verano en verano como las golondrinas que migran anualmente entre Bialet Massé y San Juan Capistrano.

Para acondicionar su nido de verano austral, emprendió la obra de revalorización de “El Palomar” conservando el alma de la casa que había conocido de niño. Así nació el hospedaje de veraneo “Castillo las Golondrinas.” En el año 2005 se construyó el edificio sur, aumentando la capacidad a 14 habitaciones con baño privado.

En el año 2012, tras el deceso del Dr. F.B. Morínigo, toma las riendas su hijo Marcos, y se empezó a consolidar esta visión que hoy se conoce como el “Hostal las Golondrinas.”

 

Nuestro Propósito:

Brindar una experiencia de hospedaje diferente y plena, en un ambiente sano, distendido y familiar. Ofrecer un espacio con servicios para encuentros y reuniones: el entorno tranquilo facilita la concentración, la comunicación, y fortalece el encuentro.

Misión:

Generar experiencias únicas donde el huésped puede rencontrarse con si mismo y con el otro, propiciando una estadía que le permite conectar con la tranquilidad que ofrece el entorno: el río, la tranquilidad, los pájaros, la naturaleza.

Proponemos dejar las distracciones continuas de la vida actual en un segundo plano, para conocer la sensación de lo que era vivir antes del bombardeo de información que hoy es parte de nuestra vida. Nuestros huéspedes podrán sentir la tranquilidad que conocieron las generaciones pasadas. El contexto arquitectónico de principios del siglo XX y la decoración trae recuerdos de las casas de nuestros abuelos y nos lleva a conectar con la naturaleza, las plantas, los frutales, los yuyos medicinales, la huerta, y los animales domésticos y de corral.

Brindar una atención cordial y personalizada.
Fomentar una identidad de pueblo: ni ciudad ni campo.

Visión:

Ser la mejor opción en hospedaje y el mejor espacio para encuentros, reuniones, capacitaciones y retiros en el centro de Punilla.

Apoyar y fomentar la cultura y la producción local.

Consolidar a “Las Golondrinas” como una marca que representa nuestra misión.

Valores:

  • Respeto: fomentar relaciones armoniosas priorizando la cordialidad y la tolerancia entre nosotros y hacia nuestros clientes.
  • Sinceridad: brindar un servicio de excelencia con total transparencia.
  • Gratitud: hacia nuestros clientes, proveedores, colegas, colaboradores, y comunidad.
  • Equilibrio: entre ecología y confort, entre convivencia y libertad.